Sobre la ruta que siguió Ambrosio Alfínger en el año 1533 en
su regreso hacia la ciudad de Coro (Venezuela) aunque los historiadores hacen
diferentes apreciaciones, es preciso mencionar la realizada por José J. Rico
Villamizar en su libro “América dolor inédito” donde relata el retorno de este
expedicionario, después de abandonar el “pueblo quemado” (actual Silos) y
descender hasta encontrar el Río La Plata, conocido por los indios con el
nombre de Zulasquilla “... la constante
acometida de aquellos indios, haría cambiar el rumbo hasta aquí seguido por
Alfínger, quien perseguido y
encerrado en el cajón del valle por los indios Ravichas busca la salida,
terciando a su derecha en ángulo recto, abriéndose campo y horizonte más o
menos a la altura del actual caserío de San José de la Montaña, en jurisdicción
de Cucutilla, y pasando a poca distancia de la así misma actual población de Bochalema,
atraviesa el río “Sure” o Pamplonita por el sitio hoy conocido con el nombre de
“El Diamante”, siguiendo rumbo este, hasta el valle de “Dechitacomari” al sur
de Chinácota donde finalmente muere a
manos de los indios”; ésto
convertiría a este expedicionario como el primer europeo que pisó el territorio
del valle de las Arboledas.
Es de anotar que este primer contacto de los expedicionarios
con esta región ocurre de manera accidental, pues es producto de la huida que
hacía don Ambrosio Alfínger de los indios, por tanto no tuvo ningún roce con
ellos: “Alfínger iba en derrota en
derrota, lastimado por la pérdida de sus mejores oficiales y empujado por la
necesidad y vehemente deseo de llegar cuanto antes a Coro y Maracaibo, sede de
su gobierno. No había tiempo para
perder, ni asunto que pudiese realizar, fuera de su regreso al punto de
partida”;
de tal manera que por el momento no
se cumplía ninguna misión pobladora en estas tierras, por tanto en nada se
afectaron las costumbres, tierra y creencias de nuestros aborígenes.
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