EN LA NOCHE DEL 8 DE JULIO DE 1950 después de un día opaco y triste, donde los gallos cantaban
en demasía y los animales se mostraban inquietos; a las 9:45 p.m. cuando las
personas empezaban a disfrutar su descanso; el suelo se estremece y se oye un
ruido lejano y profundo que sale de las entrañas de la tierra, las gallinas
vuelan del gallinero, las vacas braman y las personas corren sin saber a donde
ir buscando alguna protección; es el terremoto que tuvo como epicentro el
municipio de Arboledas que destruyó gran número de viviendas especialmente en
los municipios de Arboledas, Salazar y Cucutilla, y que causó varios muertos,
heridos y dejando muchos damnificados.
A este primer temblor le siguieron seis movimientos; el
último se presentó a las cinco de la tarde del día siguiente, causando entre
sus gentes miedo, pánico y confusión, pues las personas no sabían que hacer ni
para donde correr; unido a ésto una gran tristeza, amargura, dolor y llanto al
ver a sus casas destrozadas y familiares muertos y heridos.
Este hecho a mitad del siglo XX parte definitivamente en dos
la historia del municipio; se puede decir que acá termina lo que sus pobladores
llamaron: La PERNICIA y dada la situación llegan los días de recogimiento,
perdón y solidaridad que sirvieron para calmar las diferencias partidistas.
La destrucción
El municipio desde el primer momento quedó aislado del resto
del departamento debido a los derrumbes
ocasionados en las “Peñas de Román” y ruptura de las líneas telegráficas y
telefónicas. Solo hasta el 11 de julio
pudo llegar el primer vehículo a la población.
El terremoto ocasionó el derribo de aproximadamente 25 casas
en sector urbano, algunos techos y paredes, el templo se averío y en especial
el techo sufrió grandes destrozos; en el sector rural aproximadamente 109 casas
fueron destruidas
El padre Luis Jesús Maldonado levanta una pequeña capilla
(en el lugar donde se encuentra hoy el kiosco) y allí expone el santísimo
mientras las personas levantan en la plaza sus toldos, allí los damnificados
permanecieron por algunos días durmiendo casi a la intemperie lo que ocasionó que
muchas personas se afectaran de los pulmones.
Este acontecimiento lo relata Juan de la Fuente en su
Monografía de la siguiente manera:
"Las gentes despavoridas desde los primeros momentos se
ubicaron en la plaza pública, y los solares de sus casas. Los movimientos terráqueos continuaron aunque con mayor insensibilidad, pero
destruyendo los edificios vencidos
ya. Es así como la casa municipal quedó
inservible, la iglesia parroquial en igualdad de circunstancias, y por ese
orden la mayor parte de las casas así urbanas como rurales de este municipio.
Desde aquel día los oficios religiosos tienen lugar en la
plaza pública, en una capilla construida de manera accidental por el párroco
Pbro. Maldonado.
Los esfuerzos del gobierno central no han podido aun ayudar
de manera visible a los damnificados, pero tiene sí el mejor deseo de acertar.
Las víctimas humanas fueron relativamente escasas pero las
pérdidas materiales son apreciables.
Los más prominentes hijos de Cucutilla estuvieron desde el
día siguiente del sismo y en todos días sucesivos, tratando de ayudar a las
víctimas.
El Gobierno Departamental y Nacional enviaron médicos, y
medicinas, y los gobiernos de Venezuela, Argentina, y otros, se distinguieron
por su carácter caritativo enviando comisiones de auxilio para los
damnificados"
Fue tan sentida la situación de los municipios afectados que
el mismo presidente de la república envía sus condolencias a la población:
Bogotá, Julio 9 de 1950.
Urgente. Orden Público.
Lucio Pabón Nuez.
Gobernador Cúcuta.
"Lamento profundamente dolorosos acontecimientos
registrados en importantes municipios de ese benemérito y gallardo
departamento, como consecuencia de sismos registrados anoche, de que me da
cuenta su despacho acabo de recibir. Personalmente estoy dictando las órdenes
que la urgencia del caso reclama, para auxiliar oportunamente y eficazmente a
los damnificados.
Salúdolo cordialmente;
Hasta el 12 de julio los muertos ascendían a 21: Aura María
Peñuela, Homero Duran, Luis David Páez, Antonia Gélvez de Parada, Margarita de
Gélvez, Marco Antonio Peñuela, Judith Ortega, Simón Pabón, Jesús Parada,
Anunciación Ortega, Ciro Sánchez Toloza, Mercedes Ortega de Pérez, José de
Jesús Sánchez, Aracely Tarazona, Quintín Gustavo Pérez, José Domingo Ramírez,
Juana María Becerra, José de Jesús
Bautista, Ricardo Rubio y María Irene Rubio Aunque el periódico HOY en su edición del día
viernes 14 de julio de 1950 habla de 98 muertos y 289 heridos.
La solidaridad
La manifestación de solidaridad que motivó esta catástrofe fue
impresionante, más de 250 personas, otros departamentos y empresas en Cúcuta
aportaron en dinero y comida; entre las cuales se destacan: Colombiana de
tabacos, Avianca, Colecta de empleados de Bucaramanga, Barranquilla, Medellín,
Nariño y Tolima; en Ocaña y en muchos municipios y ciudades del país también se
efectuaron colectas, como en el consulado de Panamá, diarios el Tiempo, el
Colombiano. En todos lados la generosidad se hizo evidente.
Entre las ayudas recibidas se destacó la enviada por
Argentina donde Evita Perón demostró su gran sentido humano y solidario
enviando productos lácteos, médicos, enfermeras, dinero, vestuario y medicina
para atender a los damnificados, de igual manera Venezuela aporta equipos,
medicinas, médicos y enfermeras.
La cruz roja dio auxilio de 100.000
pesos a los damnificados.
Asimismo en Cúcuta se constituyó la junta Pro-damnificados
de Cucutilla, integrada por el Dr. Luis Enrique Moncada como presidente, Daniel
Serrano como vicepresidente y como Vocales Álvaro Luna Gómez, Marco A.
Peñalosa, Damián Luna Gómez, Luis
Alberto Villamizar, José del Carmen Espinosa, y como secretario José de Jesús
Sánchez (Juan de la Fuente.)
De igual manera el 11 de julio la colonia Nortesantandereana
residente en Bogotá constituyó su junta.
De Bucaramanga llegó una comisión médica enviada por la Gobernación de
Santander: Dr. Gilberto A. Delgado, Félix Amaya, Rafael Moreno quienes trajeron
drogas e instrumentos para colaborar en la emergencia. Esta comisión no solo
atendió a los heridos, sino que también trataron 8 casos de neurosis y
vacunaron unas 400 personas contra la viruela y tifoidea, como también casos de
bronconeumonía que se aumentó en las personas por haber dormido a la
intemperie.
También el equipo de fútbol Atlético Bucaramanga tuvo una buena
intención con los damnificados:
“Bucaramanga, julio 10 de 1950
Dolorosamente conmovidos tragedia afecta hoy nuestro hermano
departamento. Ofrecemos contribuir
restablecimiento zonas afectadas, dispuestos jugar partido amistoso beneficio
víctimas.
Cordial Saludo
El párroco Luis Jesús Maldonado dejó su
testimonio sobre el terremoto en el libro de bautismos de la parroquia con el
siguiente texto:
“El sábado 8 de julio de 1950, a las 9:35 minutos de la
noche a 375 kilómetros de Bogotá, se sintió un gran temblor de oscilación y
trepitación simultáneamente que destruyó la mayor parte del municipio de
Cucutilla. La gente desorientada se
lanzó a la plaza, a los solares y al campo, mientras de todas direcciones se
oían los gritos de angustia de los
heridos, de los que están enterrados bajo los techos, o que habían advertido la
muerte de los familiares. A las 10 y
media se registro el segundo temblor. A
las 4 de la madrugada del 9 de julio se sintió el tercer temblor. A las 7 a.m. el cuarto temblor, el quinto a
las 4 de la tarde... El sexto a las 5. El epicentro se señaló en la cordillera
de Bagueche, entre Cucutilla y Arboledas.
El templo y la casa cural quedaron prácticamente inservibles; El culto
divino se estableció desde esa noche memorable en la plaza donde vive aún la mayor parte del
poblado. Hubo 28 muertos, pero Cucutilla
supo escuchar la campanada de Dios. Luis Jesús Maldonado”
Al final el
total de recaudos por ayudas recibidas sumó 135.261,95 pesos, de los cuales $
38.026.69 fueron autorizados por el gobernador Lucio Pabón Núñez para atender
los gastos urgentes; lo demás se “guardo
para futuras inversiones”.
Entre las inversiones realizadas en Cucutilla se encuentran:
500 pesos en efectivos entregados al Párroco para ser distribuidos entre los
damnificados, 80 láminas de Zinc por valor de 480 pesos, flete por el
transporte de las láminas de zinc 25
pesos, 100 tejas de eternit por valor de 530 pesos, para la capilla y
casa cural 1.500 pesos; lo demás figura entre pago de fletes y ayudas
Si bien en
Pamplona se sintió el sismo, ésta no fue tan afectada como Arboledas y
Cucutilla, sin embargo se constata que el gobernador destinó auxilios por valor
mucho mayor que los asignados a Cucutilla; por ejemplo Auxilio para la Capilla
de Betlemitas 4.000 pesos y para reconstrucción del local de la sección
femenina de Colegio de San José 5.000 pesos.
Inversiones consideradas demasiado elevadas si se tiene en cuenta que
Pamplona solamente fue afectada en 4 grados de la escala italiana, mientras que
la mayor destrucción la sufrieron Arboledas y Cucutilla con 8 y 7 grados
respectivamente.
Una
tajada para la corrupción
Pasada la emergencia se evidenciaron malos manejos de los
recursos recolectados y administrados por la gobernación y directamente fueron
acusados por haberse apoderado de ayudas tres empleados oficiales; los señores
Ramón Cárdenas Silva secretario de Obras Publicas, Luis Anselmo Díaz Secretario
privado de gobernador y José Rosario Arciniegas pagador de la secretaria de
obras quien fue el responsable de transportar en los carros oficiales las
mercancías para Cúcuta. A ellos se les acusó de haberse apoderado de
gran cantidad de donativos, especialmente de ropa y comida, como la leche en
polvo enviadas de Argentina. Denuncia que fue presentada por el Dr. Luis
Enrique Moncada, gobernador que remplazó a Lucio Pabón Núñez; la cuantía del
robo según el gobernador llegó a la suma de 30.000 pesos.
A pesar de la influencia política los responsables
estuvieron detenidos en prisión. Uno Ramón Cárdenas Silva se fugó en un permiso
especial y se fue para Venezuela, los otros dos quedaron luego en libertad:
“Se argumento que la mejor prueba de la responsabilidad de
los sindicados, fuera de la desaparición del dinero y cosas destinadas a los
damnificados, estaba en el hecho de la huida de dos de ellos, pues si eran
inocentes no tenían porque huir ni han
debido hacerlo. Además se dijo que el
propio gobernador Dr. Pabón Nuez, era encubridor de los responsables, pues no
había querido dejar publicar el informe rendido por el secretario que actúo en
la Investigación hecha por el Dr. Ramón Acevedo Blanco”.
El diario El Siglo en una demostración politiquera y querer defender
a los responsables el 21 y 27 de enero de 1951 salió en defensa de los acusados
diciendo:
"Que los mencionados señores no eran responsables de
ningún robo y que al primero se le detuvo solamente por no saber comprobar el
despacho de 180 galones de gasolina hacia Arboledas y al segundo por una
confusión de $260 pesos y al tercero por desorganización en el envío de las
ayudas".
Lo cierto es que en los estantes de las tiendas en Cúcuta,
se ofrecía la leche donada por Argentina. En su defensa los acusados alegaron
que los campesinos las habían cambiado por mercado.
En Cucutilla dado mas que todo al temor de algunos
habitantes que la misma magnitud de la tragedia se rumoró el deseo de trasladar
la cabecera municipal a otro sitio como lo certifica el artículo publicado en
el diario HOY:
“ Plebiscito en Cucutilla
Informaciones procedentes de Cucutilla, dan cuenta que los
habitantes de este pueblo están suscribiendo un gran plebiscito para solicitar
que la ubicación de la cabecera sea trasladada al sitio de "Pedregal"
a una distancia de diez minutos a pie del lugar en donde se encuentran las
ruinas de antiguo pueblo...".
Plebiscito que nunca se realizó, pues aunque la población
fue afectada no ameritaba tomar una determinación de traslado. En este sentido el 7 de agosto de 1950 en la
edición especial del diario "El Trabajo" se publica un artículo del
Dr. Néstor Luna Gómez en que aboga porque la población no sea trasladada y a
cambio se reedifique haciéndola mejor que antes. Entre sus ventajas enumera las
siguientes:
1. Porque el lugar en que estaba, que es la confluencia de
los ríos Cucutilla y Zulasquilla, es el mismo a donde confluyen las vías de
comunicación entre California y Arboledas, y de Pamplona a Arboledas, Salazar,
Santiago y Gramalote.
2. Porque la vecindad de estos dos ríos favorece la higiene
pública.
3. Porque el valle es muy ameno,
refrescado por las brisas de ambos ríos.
4. Por poderse conservar los recuerdos históricos de los
antepasados que allí vivieron siglo y medio
Paralelamente el texto analiza la alternativa de traslado
señalando algunas ventajas como: “...La amplitud del valle podría contribuir
a la salud de los habitantes y posiblemente hasta disminuir el carácter
belicoso del cucutillense ya que el hombre no es solo producto de la herencia
de su raza sino también del ambiente; es
recomendable además, cambiar el ambiente modificando el aspecto local
geográfico como topográfico lo que permitiría a los niños y los jóvenes probablemente olvidar ese ambiente político
vivido años atrás”. Esta segunda opción fue descartada concluyentemente
pues la junta avaluadora determinó que en definitiva era mejor reconstruir las
edificaciones averiadas.
Por su lado el municipio de Arboledas dada su destrucción
pensó del mismo modo trasladarse al otro lado del río Arboledas, por ser esta
una planicie de buenas características, pero veían como dificultad que esta
fracción se localizaba en la jurisdicción de Cucutilla, y por ello se propuso
en comprar 40 fanegadas al municipio y de corregir amigablemente los límites,
proyecto que fue calificado de inconveniente por los mismos Arboledanos más
teniendo en cuenta que la relación de estos dos pueblos no había sido tan
amistosa; si recordamos ancestralmente ha habido diferencias desde la construcción
del templo y su constitución como parroquia, además de la disputa de la
fracción de Román y la política.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario