POEMA A CUCUTILLA
Por: José de Jesús Rubio Albarracín
Te conocí una vez, con calles
empedradas
con plaza grande y polvorienta,
en nuestra iglesia moral de muchos años
mudo testigo del final de todos.
Te conocí una vez herida por los odios
con pocos niños jugando por tus calles,
con naranjal y cafetal floridos
quizá alguna vez, sin religión ni leyes.
Siempre bravía, laboriosa y buena
cuando torrentes brumosos y ligeros,
por siempre arruinaron tus sueños, con ataques
dejando en mi, tristezas por recuerdos.
Las crestas de tus montes azulosos
te juzgan hoy con todo lo presente,
y para ver tus horizontes blancos
siempre debemos levantar la frente.
Que alegres los domingos,
las Navidades y las gentes,
lucidos trajes de colores todos
muchos tus novios alegres y sonrientes.
Te conocí querida Cucutilla
cuando fuiste fluvial de carreteras,
con sólo un bus de lata y de madera
con dos escuelas y sólo una enfermera.
En los dos siglos cumplidos joven villa
nostalgia siento al sentirme ausente,
que bella eres mi gran Cucutilla
de corazón yo siento que estaré presente.
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