sábado, 23 de marzo de 2019

La toma guerrillera


Es triste recordar estos acontecimientos que han afectado la paz del municipio, pero es necesario mencionarlos puesto que son hechos que han ocurrido y para ser justos con la historia debemos aceptarla en su totalidad.

El día viernes 18 de febrero de 1994 fue un día como todos, los estudiantes se preparaban para disfrutar del descanso del fin de semana; siendo las 5:50 de la tarde todo era normal algunos jóvenes se divertían jugando básquet y otros microfútbol en el parque, otras personas caminaban hacia el templo para asistir a la misa de 6 de la tarde, los campesinos regresaban cansados y sudorosos de la larga jornada en el campo, la gente caminaba tranquila por las calles del pueblo, otros disfrutaban en la tienda de la esquina por televisión el partido de fútbol que jugaba la selección Colombia; ahí estaba también el policía Germán Zambrano Jiménez que en este preciso momento celebraba una buena jugada de Colombia y de repente confundiéndose con esta alegría sonó un disparo y el policía cae sin vida... se oye otro disparo y uno más y varias explosiones empiezan a escucharse, ...era la "toma guerrillera".  Aproximadamente 150 hombres del 33 frente de las FARC atacaban la indefensa población, la gente corría despavorida, desorientada y se ocultaba en la primera puerta abierta que lograban encontrar. Los gritos y el desconcierto fueron totales, las puertas se cerraban y las personas algunas se tiraron al piso, la guerrilla gritaba y los pocos policías que en el momento estaban en la estación contestaban el fuego. 

Después de 8 horas de ataque, al final 2 policías muertos (Oscar Orlando Bautista y Zambrano); a las dos de la mañana los guerrilleros empiezan a tocar en las puertas de las casas e inducen a la población para que se reúnan en el parque, de allí se pudo ver el club deportivo en llamas y en la penumbra los escombros del puesto de la policía, mientras que un guerrillero despojaba de las botas al agente que murió celebrado una buena jugada de Colombia otro intentaba prenderle fuego a un cilindro de gas para volar la poca fachada que quedaba de la estación.

Entre tanto los agentes de policía que sobrevivieron se encontraban en el parque controlados por un guerrillero agotados y heridos, ahí estaba José Gélvez un agente amigo nacido en Cucutilla que se encogía de dolor sobándose el hombro y el abdomen, lo salude con nuestra acostumbrada confianza y le pregunte al guerrillero si me permitía llevarles agua, petición a la cual accedió.

Otro policía le decía al guerrillero: “...hoy ganaron ustedes, otro día nos corresponderá a nosotros... (yo con temor le decía que no dijera nada), mientras un guerrillero algo nervioso trataba de hacer letreros en las paredes y que al final no pudo por no servir el aerosol que llevaba.

Al otro día con la luz del alba los habitantes madrugaron a observar la verdadera destrucción: el puesto de policía en escombros, la tesorería, el concejo municipal, el club deportivo, la dirección de núcleo y algunas casas particulares habían sido destruidas por las explosiones. Ese día ocurrió lo que nunca queríamos que sucediera. Se daba inicio así para nuestro municipio a otra época de violencia, de destrucción y muerte, una guerra los hostigamientos, traqueteo de armas de fuego, los retenes en las carreteras acabarían con la paz de casi cuarenta años afectando el desarrollo no solo del municipio sino de sus habitantes, especialmente los niños, esta generación que ha crecido con el miedo de una nueva presencia guerrillera.

Al día siguiente llegan los refuerzos de la policía, se llevan los heridos y la estación de policía es “levantada”, por tanto el municipio se quedaría sin fuerza publica por los dos siguientes meses.

Nadie en Cucutilla podría comprender lo que sucedía, pues el municipio no era una región rica, no había petróleo, ni oro, coca, carbón, amapola o personas con grandes cantidades de capital que justificaran la presencia guerrillera. Pero es la triste realidad la violencia se iba incrementando en todo el país y Cucutilla no podría ser la excepción. De esa época en adelante empieza hacer presencia en las veredas guerrilleros del las FARC y el ELN.

Fue necesario ubicar las oficinas públicas en casas particulares arrendadas por el municipio mientras se construían las edificaciones que fueron destruidas.

En el año 1994 se termina la remodelación de la antigua “Casa Cural” y se trasladan allí las oficinas públicas donde actualmente funcionan y el puesto de la policía es ubicado en el viejo edificio de tres pisos ubicado frente al parque donde funcionaba la alcaldía y otras oficinas de la administración.

También en este año se terminan obras como: el parque infantil en el “Pabellón”, la remodelación del “Parque de la Virgen” donde permanece la imagen de la Inmaculada Concepción patrona de la parroquia y se avanza en el carreteable hacia la vereda de Cucutillita.

Para las elecciones presidenciales desarrolladas el día 29 de mayo de 1994 el pueblo de Cucutilla vota de la siguiente manera:


Nombre del candidato

Votos

Nombre del candidato

Votos
Andrés Pastrana Arango
(conservador)

2.299
Antonio Navarro Wolf 
( M19)

25
Ernesto Samper Pizano
(liberal)

52
Miguel Alfredo Maza Márquez  (liberal)

7

Hubo diferentes candidatos que obtuvieron uno o dos votos. Al final el candidato del partido liberal Ernesto Samper Pizano es elegido presidente de los Colombianos.

Para el día 30 de octubre de 1994 se realizan las elecciones para gobernador del departamento con los siguientes resultados:


Nombre candidato

Votos

Nombre candidato

Votos
Gonzalo Prada González
(Conservador)

2.007
Jesús Andelfo Villamizar
(liberal nacido en Cucutilla)

197
Sergio Entrena Parra
(liberal)

191



En esta oportunidad un hijo de Cucutilla aspira a administrar el departamento y como se observa en los resultados, estuvo por encima el color partidista al interés y beneficio para el municipio en caso de un cucutillense lograra ser gobernador del departamento.  Me confieso que estuve entre los 197 electores que votamos por el Dr. Andelfo Villamizar para la gobernación, no por el color político sino por amor al municipio y por estar convencido en la capacidad de los hijos de esta tierra.

Este mismo día se elige al señor Humberto Antonio Páez como nuevo alcalde del municipio con 1.367 votos quien iniciaría su mandato el 1 de enero de 1995 para un periodo de tres años.

Dos años después el día 26 de octubre de 1997 se elige con 1096 votos al Sr. Luis Francisco Urbina como nuevo alcalde del municipio.

En junio 21 de 1998 se efectúan unas nuevas elecciones presidenciales con los siguientes resultados municipales:

Nombre candidato
Votos
Nombre candidato
Votos
Andrés Pastrana Arango (conservador)
3.697
Horacio Serpa Uribe
(Liberal)
109


El Dr. Andrés Pastrana Arango candidato del “partido conservador” es elegido nuevo presidente de los Colombianos.

Nótese que el electorado del municipio desde 1946 ha mantenido su inclinación por los candidatos del partido conservador, situación que se refleja en los aspirantes a la alcaldía que todos han sido de este partido político; sin embargo en la actualidad hay cierta inclinación hacia otros partidos, pero sin una militancia constante o definida.

En el año 1998 el templo con el sacerdote Luis Jesús Albarracín Arias tiene una de las últimas importantes reformas al remplazar la pila bautismal y el púlpito de madera por hermosas elaboraciones en piedra pulida traídas desde la población de San Gil, se pinta el templo y se restauran algunas imágenes hechas en madera de cedro anteriormente llamado nogal “Es rescatar los valores culturales y artísticos de nuestros antepasados, joyas del patrimonio de nuestro pueblo que se mantienen y que estaban olvidadas”, expone el Pbro. Luis Jesús Albarracín observando las imágenes del Señor Resucitado, San Isidro Labrador y San Luis Gonzága.

En el año de 1999 el señor presidente Andrés Pastrana en procura de la paz con el grupo guerrillero de las FARC acuerda retirar la fuerza pública de una gran zona del país en los departamentos del Meta y Caquetá, lo que se llamó “La Zona de distensión o zona de despeje” para adelantar allí los Diálogos de Paz con este grupo insurgente.

Para el proceso de retiro del ejército de la zona acordada el señor presidente confió al mayor del ejército y disciplinado cucutillense Antonio Alirio Gélvez Gélvez la responsabilidad de coordinar el despeje.  De esta forma una vez más un militar hijo de Cucutilla merece la confianza del gobierno nacional. “Cuando el señor Presidente me confió la misión sentí una gran responsabilidad y a la vez una gran dignidad. ... Fue así que el 24 de diciembre a las 3:00 p.m. de 1999, fui el ultimo militar del ejército nacional que salió del área, e hice entrega al señor presidente de la zona despejada para que se iniciaran los diálogos de paz. ¡Misión cumplida!. La eficiencia de la labor realizada le mereció al mayor Gélvez por parte del gobierno y alto mando militar un gran reconocimiento. 

Los que tuvimos la oportunidad de compartir con Alirio el aula de clase y aventuras juveniles sabemos que es un hombre orgulloso de su tierra y que anhela como todos la paz y el desarrollo de su pueblo, y que como todos mantiene la esperanza de volver a recorrer sus calles y caminos.

Infortunadamente para Cucutilla no son suficientes las buenas intenciones de sus hijos, y nuevamente su tranquilidad y su gente son sorprendidas por la violencia.

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