Y precisamente por la infaltable ironía de la vida en esta
época difícil se obtiene la mejor obra, la gran e indispensable obra para que
Cucutilla se abriera paso al desarrollo, al pasar del viejo camino de herradura
a la vía carreteable gracias a la labor de don Timoleón Moncada Rojas, un hijo
de Cucutilla que ocupaba una curul en la Cámara de Representantes quien impulsa
la Ley 3 de enero 11 de 1936 por la cual se incorporó a la red nacional de vías
de comunicación la carretera Salazar, Arboledas, Cucutilla y ésta se considerada
vía de orden público; por tanto mereció preferente atención y para cuya
ejecución se presupuestaron 200.000 pesos anuales hasta su conclusión.
La vía recibió el nombre de “Carretera de la Pacificación”
porque en verdad estos municipios llamados hoy pueblos de occidente necesitaban
con urgencia que volviera la paz y el trabajo.
En tal sentido el gobierno esperaba que en la construcción de la
carretera al ocupar gran mano de obra, además de llevar el progreso a la región
disminuiría la violencia y los atracos.
La obra se inició con la colaboración del gobernador del
Departamento doctor Manuel Vargas quien colocó el entusiasmo y esmero
requerido; sin embargo, en los siguientes años su realización continuo lenta,
en ocasiones se paralizaba y los dineros escaseaban. Por tal motivo, por la
necesidad y preferencia de vía de orden público el gobierno en el año 1937
mediante la Ley 117 autorizó vender a ferrocarriles nacionales los rieles y
traviesas del ferrocarril Esmeralda–Tescua y el producto de la venta invertirlos
en la construcción de la carretera mencionada.
Por este año de 1937, tal vez por estar realizándose “La
Misión” por parte de la iglesia Católica el municipio se apacigua un poco y se
entrega al regocijo religioso, por ejemplo el día viernes de dolores que
antecede a la Semana Santa en una gran procesión se entrega y bendice la
hermosa imagen de la “Virgen de Dolores”.
Dada la tranquilidad retornan algunas personas al municipio y renace el
optimismo por mejores tiempos, según se deduce del siguiente artículo:
“...Por primera vez después de largos años de destierro,
pudieron volver muchos de sus hijos a pisar el solar querido, disfrutar de la
palabra de Cristo, recibir el consuelo de la religión y, alimentar y fortalecer
sus almas con el pan Divino de la Eucaristía, repartido en número de 10.500
comuniones...
Sean estos días de Santa Misión y esas trescientas (300)
primeras comuniones el principio de una nueva era, y que la generosidad de
todos los vecinos atraiga las bendiciones del cielo, y se levante allí una
nueva alma y un espíritu nuevo.
Cucutilla, la población antaño tan pacífica y floreciente, y sacrificada
luego en la hoguera de la política, divisa ya nuevos horizontes de bonanza...”.
El poema “La Casa Desierta” de Diego Uribe permite vivir un
poco el sentimiento de estas personas durante el retorno hacia sus cosas
queridas:
¡La casa sola esta!.
La antigua puerta
al dejarme pasar lanza un quejido;
y el eco que a mi paso se despierta
parece que me dice: ¡Ya se han ido!.
¡Triste la casa esta! Tétrica y muda
reina la soledad por dondequiera
todo me reconoce y me saluda,
todo está como entonces, todo espera.
Las mismas ramas que sacude el viento,
la misma fuente que se arrastra en calma,
todo impasible, menos yo, que siento
que fibra a fibra se me parte el alma.
¡Enjuguémonos el llanto en las pupilas
sacudamos los hielos y la escarcha,
cerremos nuevamente nuestras filas,
y prosigamos la infinita marcha!.
De esta manera se transita por unos tiempos de altibajos entre la
tranquilidad y el miedo, entre el progreso y la destrucción, entre alegrías y
desencantos.
El censo de la población realizado en el municipio el 5 de julio
de 1938, estableció un total de 9.743 habitantes, de los cuales 757, es decir
el 8% vivía en la zona urbana y 8.986 equivalente al 92% vivía en el campo, en
tal sentido la población del municipio era altamente rural. Las casas en el área urbana censadas fueron
187 lo que permite establecer la extensión del caserío. Hoy son alrededor de 350 casas.
Colombia se encontraba bajo la presidencia del doctor
Eduardo Santos, administración llamada de la convivencia nacional. Durante esta
época las pasiones se amortiguaron un poco, y cedió por momentos la
criminalidad en Cucutilla. Entre tanto
el gobierno trataba de continuar con la construcción de la carretera de la
pacificación, y sobre la cual el señor gobernador en un informe fechado en
diciembre 20 de 1938 y publicado en el diario COMENTARIOS en su edición de 21
de diciembre de 1938 expresa:
“Señor Presidente de la Asamblea de periodistas... Al
agradecer a usted la comunicación en referencia quiero manifestar, respecto de
la carretera de la Pacificación, que al gobierno le ha merecido la mayor
atención esta obra cuyos trabajos han venido adelantándose con actividad. Según los datos que existen en la dirección de Obras Públicas del
Departamento, su estado actual es el siguiente:
De Arboledas hacia Cucutilla se ha hecho el estudio completo
de la ruta y los trabajos se encuentran así: Trazado preliminar en cinco
kilómetros, ya dibujados; localización
un kilómetro. En esta forma será posible
acometer la explanación de Arboledas
hacia Cucutilla en el próximo mes de Enero.
El producido de la venta de los rieles ha venido girándose por la nación
y hay fondos para que la obra siga en su desarrollo con intensidad. El Gobierno Seccional se preocupa porque la
totalidad de dicha venta de rieles sea exclusivamente invertida en la
Carretera”
En las elecciones del 5 de octubre de 1941 se votó por
Concejo municipal, los Conservadores dado que el gobierno era liberal no
pudieron ejercer su derecho al voto, en consecuencia los resultados fueron los
siguientes:
|
Votos Conservadores
|
0
|
Votos Liberales
|
353
|
Resultado que refleja la total situación de rudeza que vivía
la población, pues la misma votación liberal presenta una considerable
reducción en comparación a los años anteriores, por ejemplo en 1933 hubo 2094
votos liberales.
Así continuaba la vida en medio de un
constante sosiego. Fue una etapa que
duró casi 12 años, que transcurrieron bajo los presidentes liberales: Enrique
Olaya Herrera (1930–1934), Alfonso López Pumarejo (1934–1938) y Eduardo Santos
(1938–1942).
Fue normal que los niños y niñas interrumpieran
frecuentemente su asistencia a las escuelas urbanas que por la fecha estaban
ubicadas en el barrio Sogamoso, exactamente en la actual casa de don Eloy
Castillo (hoy sede del puesto de policía) y la oficina de Telecom; bien por la necesidad de trabajar en labores
del fique y recolección de café o por la situación de violencia política. Pero algo ineludible fue el esmero de los
padres porque sus hijos cumplieran con los mandamientos y sacramentos de la
iglesia católica, de esa forma 260 niños realizaron a mediados de julio de 1939
su Primera Comunión.
En el ámbito internacional en el año 1939 estalló la II
segunda guerra mundial, aunque en nuestro municipio de ésto poco se sabía, pues
las noticias llegaban solo por comentarios telefónicos y policiales, pues aún
no habían llegado los primeros radios.
En estos tiempos del padre Carlos Saúl Solano presbítero que
sirvió a la parroquia entre 1937 y 1941 se adecua y se inaugura el cementerio
en el barrio la Asomada. Luego en tiempos del párroco Padre José Luis Menéses
que sirvió a la parroquia desde 1955 a 1961 se construyó la capilla del
mismo. Preciso aclarar que el traslado
definitivo del mismo sólo se efectúo a partir del año 1961.
En medio del desasosiego a causa de inesperados brotes de
violencia, las familias cucutillenses continuaban formándose y la juventud fue
creciendo con una idea equivocada del sentido democrático, confundiendo las
elecciones como acto de medir la fuerza política a través de la fuerza física y
el miedo.
No fue fácil continuar la construcción de la “carretera de
la pacificación“, la violencia indudablemente y la falta de recursos en
ocasiones obligaron parar la obra. Por
fin después de superar diversos imprevistos el día 28 de febrero de 1942 se
inaugura la llegada de la carretera al municipio de Cucutilla y a ella asisten
el gobernador Guillermo Eliseo Gómez Peñaranda y otras muchas personalidades de
la región.
Hubo de ser inmensa la alegría de los cucutillenses y motivo
de muchas promesas de reconciliación y empeño de trabajar unidos por el
progreso; así lo deja entender Juan de la fuente con la trascripción del
discurso que se dijera para su inauguración y que en sus apartes decía:
“Un día, cuando en nuestro horizonte se percibía la roja
llama de las pasiones políticas, en su más cruel espectáculo, cuando los
hombres contagiados de feroces instintos se entregaban sin medida al delito,
cuando en vez de ser regada la tierra con conocimiento, caía sobre ella a
borbotones la sangre hermana, y cuando la angustia y la desolación reinaba en
estas tierras que siempre antes había soportado nada más que el peso magnífico
del rústico arado, la jugosa cosecha, el
sudor cristalino de la frente, en el parlamento nuestra fama de bárbaros era
vértice de encendidas polémicas, y se quería con discursos y artículos de
prensa trazar sobre estas cordilleras signos de alianza que ojos humanos nunca
vieron. Entonces un hijo de Cucutilla,
un parlamentario, uno de los tantos que vieron en esta tierra la primera luz de
día y donde a otros también iluminó sus almas, un político, y más que político
uno de lo pocos, echó una mirada retrospectiva
hacia su lejana tierra convertida en película dantesca, sintió la
nostalgia natural que cave en los mejores corazones, concibió el proyecto
salvador: Una carretera que pacificara
todas estas regiones, desde Salazar de las Palmas, pasando por Arboledas y
Cucutilla hasta empalmarla con Santander. Y ese cucutillense muy ilustre y muy
patriota fue el doctor Timoleón Moncada R.
él clavó un instante sus ojos en su desolada tierra, sintió nuestra
amargura y llamó en apoyo de su proyecto a este otro gran político
Santandereano y varón muy esclarecido que se llama Manuel Serrano Blanco.
Y he aquí que estos dos Santandereanos amantes de su tierra
llevaron a la Cámara el proyecto y lo hicieron ley de la República. Ellos dos, por que en ambos bulle sangre de
la sangre nuestra, de la sangre altiva y generosa que ha sabido en todos los
campos dejar una huella de mística
patriótica...”
De esta manera se inauguro la carretera de la pacificación.
En efecto la llegada de la carretera abrió el desarrollo para el municipio, con
ella llegó el transporte terrestre y por consiguiente se dinamizó e incrementó
el comercio. A partir de ahí es que se tiene un verdadero contacto con la
capital del departamento, pues en realidad el municipio siempre desde sus inicios
mantuvo una mejor relación con Pamplona en sus aspectos religiosos, políticos y
comerciales. Sin embargo, por tradición Pamplona continuaría manteniendo una
vital importancia para Cucutilla y se convirtió en nueva obsesión lograr la
carretera que comunicara al municipio con esta ciudad.
Aunque en la construcción de la carretera en verdad se ocupó
gran cantidad de mano de obra generando algunos ingresos para el campesino que
trabajó a pica y pala sobre el trazado de la misma, la anhelada pacificación no
llegó totalmente, aún se mantuvieron ciertos enfrentamientos políticos en
algunas veredas.
El primer bus de pasajeros lo llevó el señor Jesús D.
Pucetti; pero el más recordado es el que llevó don Pedro Contreras Castillo que
se llamó “ Balalayka”.
En el
año 1942 se realizan las elecciones
presidenciales:
|
Votos
Conservadores
|
1
|
Votos
Liberales López Pumarejo ( II mandato)
|
748
|
El candidato del partido liberal Alfonso López, es elegido
para un segundo mandato presidencial (1942–1945).
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