sábado, 23 de marzo de 2019

La “Carretera de la pacificación” una obra para calmar los ánimos


Y precisamente por la infaltable ironía de la vida en esta época difícil se obtiene la mejor obra, la gran e indispensable obra para que Cucutilla se abriera paso al desarrollo, al pasar del viejo camino de herradura a la vía carreteable gracias a la labor de don Timoleón Moncada Rojas, un hijo de Cucutilla que ocupaba una curul en la Cámara de Representantes quien impulsa la Ley 3 de enero 11 de 1936 por la cual se incorporó a la red nacional de vías de comunicación la carretera Salazar, Arboledas, Cucutilla y ésta se considerada vía de orden público; por tanto mereció preferente atención y para cuya ejecución se presupuestaron 200.000 pesos anuales hasta su conclusión.

La vía recibió el nombre de “Carretera de la Pacificación” porque en verdad estos municipios llamados hoy pueblos de occidente necesitaban con urgencia que volviera la paz y el trabajo.  En tal sentido el gobierno esperaba que en la construcción de la carretera al ocupar gran mano de obra, además de llevar el progreso a la región disminuiría la violencia y los atracos.

La obra se inició con la colaboración del gobernador del Departamento doctor Manuel Vargas quien colocó el entusiasmo y esmero requerido; sin embargo, en los siguientes años su realización continuo lenta, en ocasiones se paralizaba y los dineros escaseaban. Por tal motivo, por la necesidad y preferencia de vía de orden público el gobierno en el año 1937 mediante la Ley 117 autorizó vender a ferrocarriles nacionales los rieles y traviesas del ferrocarril Esmeralda–Tescua y el producto de la venta invertirlos en la construcción de la carretera mencionada.

Por este año de 1937, tal vez por estar realizándose “La Misión” por parte de la iglesia Católica el municipio se apacigua un poco y se entrega al regocijo religioso, por ejemplo el día viernes de dolores que antecede a la Semana Santa en una gran procesión se entrega y bendice la hermosa imagen de la “Virgen de Dolores”.  Dada la tranquilidad retornan algunas personas al municipio y renace el optimismo por mejores tiempos, según se deduce del siguiente artículo:

“...Por primera vez después de largos años de destierro, pudieron volver muchos de sus hijos a pisar el solar querido, disfrutar de la palabra de Cristo, recibir el consuelo de la religión y, alimentar y fortalecer sus almas con el pan Divino de la Eucaristía, repartido en número de 10.500 comuniones...
Sean estos días de Santa Misión y esas trescientas (300) primeras comuniones el principio de una nueva era, y que la generosidad de todos los vecinos atraiga las bendiciones del cielo, y se levante allí una nueva alma y un espíritu nuevo.  Cucutilla, la población antaño tan pacífica y floreciente, y sacrificada luego en la hoguera de la política, divisa ya nuevos horizontes de bonanza...”.

El poema “La Casa Desierta” de Diego Uribe permite vivir un poco el sentimiento de estas personas durante el retorno hacia sus cosas queridas:

¡La casa sola esta!.  La antigua puerta
al dejarme pasar lanza un quejido;
y el eco que a mi paso se despierta
parece que me dice: ¡Ya se han ido!.

¡Triste la casa esta! Tétrica y muda
reina la soledad por dondequiera
todo me reconoce y me saluda,
todo está como entonces, todo espera.

Las mismas ramas que sacude el viento,
la misma fuente que se arrastra en calma,
todo impasible, menos yo, que siento
que fibra a fibra se me parte el alma.

¡Enjuguémonos el llanto en las pupilas
sacudamos los hielos y la escarcha,
cerremos nuevamente nuestras filas,
y prosigamos la infinita marcha!.

De esta manera se transita por unos tiempos de altibajos entre la tranquilidad y el miedo, entre el progreso y la destrucción, entre alegrías y desencantos.

El censo de la población realizado en el municipio el 5 de julio de 1938, estableció un total de 9.743 habitantes, de los cuales 757, es decir el 8% vivía en la zona urbana y 8.986 equivalente al 92% vivía en el campo, en tal sentido la población del municipio era altamente rural.  Las casas en el área urbana censadas fueron 187 lo que permite establecer la extensión del caserío.  Hoy son alrededor de 350 casas.

Colombia se encontraba bajo la presidencia del doctor Eduardo Santos, administración llamada de la convivencia nacional. Durante esta época las pasiones se amortiguaron un poco, y cedió por momentos la criminalidad en Cucutilla.  Entre tanto el gobierno trataba de continuar con la construcción de la carretera de la pacificación, y sobre la cual el señor gobernador en un informe fechado en diciembre 20 de 1938 y publicado en el diario COMENTARIOS en su edición de 21 de diciembre de 1938 expresa:

“Señor Presidente de la Asamblea de periodistas... Al agradecer a usted la comunicación en referencia quiero manifestar, respecto de la carretera de la Pacificación, que al gobierno le ha merecido la mayor atención esta obra cuyos trabajos han venido adelantándose con actividad.  Según los datos que existen  en la dirección de Obras Públicas del Departamento, su estado actual es el siguiente:
De Arboledas hacia Cucutilla se ha hecho el estudio completo de la ruta y los trabajos se encuentran así: Trazado preliminar en cinco kilómetros, ya dibujados;  localización un kilómetro.  En esta forma será posible acometer la explanación  de Arboledas hacia Cucutilla en el próximo mes de Enero.  El producido de la venta de los rieles ha venido girándose por la nación y hay fondos para que la obra siga en su desarrollo con intensidad.  El Gobierno Seccional se preocupa porque la totalidad de dicha venta de rieles sea exclusivamente invertida en la Carretera”

En las elecciones del 5 de octubre de 1941 se votó por Concejo municipal, los Conservadores dado que el gobierno era liberal no pudieron ejercer su derecho al voto, en consecuencia los resultados fueron los siguientes:

Votos Conservadores
0
Votos Liberales 
353

Resultado que refleja la total situación de rudeza que vivía la población, pues la misma votación liberal presenta una considerable reducción en comparación a los años anteriores, por ejemplo en 1933 hubo 2094 votos liberales.

Así continuaba la vida en medio de un constante sosiego.  Fue una etapa que duró casi 12 años, que transcurrieron bajo los presidentes liberales: Enrique Olaya Herrera (1930–1934), Alfonso López Pumarejo (1934–1938) y Eduardo Santos (1938–1942).

Fue normal que los niños y niñas interrumpieran frecuentemente su asistencia a las escuelas urbanas que por la fecha estaban ubicadas en el barrio Sogamoso, exactamente en la actual casa de don Eloy Castillo (hoy sede del puesto de policía) y la oficina de Telecom;  bien por la necesidad de trabajar en labores del fique y recolección de café o por la situación de violencia política.  Pero algo ineludible fue el esmero de los padres porque sus hijos cumplieran con los mandamientos y sacramentos de la iglesia católica, de esa forma 260 niños realizaron a mediados de julio de 1939 su Primera Comunión.

En el ámbito internacional en el año 1939 estalló la II segunda guerra mundial, aunque en nuestro municipio de ésto poco se sabía, pues las noticias llegaban solo por comentarios telefónicos y policiales, pues aún no habían llegado los primeros radios.

En estos tiempos del padre Carlos Saúl Solano presbítero que sirvió a la parroquia entre 1937 y 1941 se adecua y se inaugura el cementerio en el barrio la Asomada. Luego en tiempos del párroco Padre José Luis Menéses que sirvió a la parroquia desde 1955 a 1961 se construyó la capilla del mismo.  Preciso aclarar que el traslado definitivo del mismo sólo se efectúo a partir del año 1961.

En medio del desasosiego a causa de inesperados brotes de violencia, las familias cucutillenses continuaban formándose y la juventud fue creciendo con una idea equivocada del sentido democrático, confundiendo las elecciones como acto de medir la fuerza política a través de la fuerza física y el miedo.

No fue fácil continuar la construcción de la “carretera de la pacificación“, la violencia indudablemente y la falta de recursos en ocasiones obligaron parar la obra.  Por fin después de superar diversos imprevistos el día 28 de febrero de 1942 se inaugura la llegada de la carretera al municipio de Cucutilla y a ella asisten el gobernador Guillermo Eliseo Gómez Peñaranda y otras muchas personalidades de la región.

Hubo de ser inmensa la alegría de los cucutillenses y motivo de muchas promesas de reconciliación y empeño de trabajar unidos por el progreso; así lo deja entender Juan de la fuente con la trascripción del discurso que se dijera para su inauguración y que en sus apartes decía:

“Un día, cuando en nuestro horizonte se percibía la roja llama de las pasiones políticas, en su más cruel espectáculo, cuando los hombres contagiados de feroces instintos se entregaban sin medida al delito, cuando en vez de ser regada la tierra con conocimiento, caía sobre ella a borbotones la sangre hermana, y cuando la angustia y la desolación reinaba en estas tierras que siempre antes había soportado nada más que el peso magnífico del rústico arado, la jugosa cosecha,  el sudor cristalino de la frente, en el parlamento nuestra fama de bárbaros era vértice de encendidas polémicas, y se quería con discursos y artículos de prensa trazar sobre estas cordilleras signos de alianza que ojos humanos nunca vieron.  Entonces un hijo de Cucutilla, un parlamentario, uno de los tantos que vieron en esta tierra la primera luz de día y donde a otros también iluminó sus almas, un político, y más que político uno de lo pocos, echó una mirada retrospectiva  hacia su lejana tierra convertida en película dantesca, sintió la nostalgia natural que cave en los mejores corazones, concibió el proyecto salvador:  Una carretera que pacificara todas estas regiones, desde Salazar de las Palmas, pasando por Arboledas y Cucutilla hasta empalmarla con Santander. Y ese cucutillense muy ilustre y muy patriota fue el doctor Timoleón Moncada R.  él clavó un instante sus ojos en su desolada tierra, sintió nuestra amargura y llamó en apoyo de su proyecto a este otro gran político Santandereano y varón muy esclarecido que se llama Manuel Serrano Blanco.
Y he aquí que estos dos Santandereanos amantes de su tierra llevaron a la Cámara el proyecto y lo hicieron ley de la República.  Ellos dos, por que en ambos bulle sangre de la sangre nuestra, de la sangre altiva y generosa que ha sabido en todos los campos  dejar una huella de mística patriótica...”

De esta manera se inauguro la carretera de la pacificación. En efecto la llegada de la carretera abrió el desarrollo para el municipio, con ella llegó el transporte terrestre y por consiguiente se dinamizó e incrementó el comercio. A partir de ahí es que se tiene un verdadero contacto con la capital del departamento, pues en realidad el municipio siempre desde sus inicios mantuvo una mejor relación con Pamplona en sus aspectos religiosos, políticos y comerciales. Sin embargo, por tradición Pamplona continuaría manteniendo una vital importancia para Cucutilla y se convirtió en nueva obsesión lograr la carretera que comunicara al municipio con esta ciudad.

Aunque en la construcción de la carretera en verdad se ocupó gran cantidad de mano de obra generando algunos ingresos para el campesino que trabajó a pica y pala sobre el trazado de la misma, la anhelada pacificación no llegó totalmente, aún se mantuvieron ciertos enfrentamientos políticos en algunas veredas.

El primer bus de pasajeros lo llevó el señor Jesús D. Pucetti; pero el más recordado es el que llevó don Pedro Contreras Castillo que se llamó “ Balalayka”.

En el año  1942 se realizan las elecciones presidenciales:


Votos Conservadores
1
Votos Liberales López Pumarejo ( II mandato)
748


El candidato del partido liberal Alfonso López, es elegido para un segundo mandato presidencial (1942–1945).


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