Importante mencionar en este periodo a Don José de Jesús
Sánchez un inquieto joven que nació en este municipio y se formó académicamente
casi de manera autodidacta, y su gran afición a la lectura le permitió
desarrollar una habilidad de escritor.
En desempeño de ésta actividad firmó sus escritos y obras bajo el seudónimo
de Juan de la Fuente.
Durante su residencia en Cucutilla fue mirado por sus
paisanos como un hombre de gran cultura y sapiencia, de tal forma que los
campesinos lo buscaban para su acertada asesoría en sus problemas jurídicos de
tierras y linderos.
Fue Juan de la Fuente una persona entusiasta, buen
conciliador, dinámica y optimista por el progreso con frecuencia organizaba
actividades para obtener fondos y destinarlos a la ejecución de obras en
beneficio del municipio; en este sentido organizó bazares, bailes, y fue
incansable impulsor de la industria del fique, su reinado y su fiesta. En el año 1945 llevó la primera y única
imprenta que haya habido en Cucutilla.
Su primera publicación la realiza el 1º de septiembre del
año 1931 con el nombre de “Bosquejos: apuntes geográficos e históricos del
municipio”, un documento de 25 páginas que relatan una breve historia de la
población. Posteriormente en 1946 publica la primera edición de “La Monografía
de Cucutilla”; en 1947 publica “Mi Tierra” y a finales de 1950 publica la
segunda edición donde incluye su obra “Cien páginas para leer de noche” un
ensayo donde evoca la belleza del municipio, la laboriosidad de su gente, la
torre de la iglesia. y escribe a sus hijos y demás personajes de esta tierra
que han sobresalido en su labor de médicos, sacerdotes, abogados, maestros,
ingenieros, etc. Entre 1945 y 1948
publica el periódico local “Cucutilla Autentica”.
Tiempo después, debido al recrudecimiento de la violencia
política decide viajar por algún tiempo a la ciudad de Cúcuta en donde
participa con frecuencia en la prensa cucuteña y funda la revista “Ambiente”.
Don Luis Gabriel Castro miembro del centro de historia del departamento,
escribe: “...En este estado, José de
Jesús Sánchez vivió al lado nuestro no pocos años; más, frecuentemente le
oíamos evocar con efusión, dolorosamente, la triste situación de su tierruca.
En hondas y lúgubres lamentaciones suspiraba por el poblado que lo vio
nacer. ¡Cucutilla! Cuándo me será dado
volver a tus queridos lares” lo
que deja ver el gran amor que este cucutillense siempre mantuvo por su tierra.
Con alguna frecuencia escribió artículos para la prensa
cucuteña HOY, COMENTARIOS Y EL TRABAJO.
Juan de la Fuente conserva en sus obras la característica de
escribir con optimismo a las cosas positivas y buenas de Cucutilla sin
referirse a las situaciones de violencia que se vivieron. Sin embargo, el estado de violencia fue de
tal magnitud que lo llevaron a relatar los sufrimientos de los cucutillenses y
en 1951 publica “Elogio de la hipocresía”, escrita
con vocablos sangrantes, con ingenio y claridad satírica, dice Lucio Pabón
Núñez en una nota sobre la obra. Finalmente Juan de la Fuente se traslada a
Bucaramanga donde muere.
Tristemente su obra permanece olvidada y desconocida por la
mayoría de los cucutillenses, sería bueno empezar a rescatarla, conservarla y
sobre todo seguir los pasos que monseñor
Ricardo Trujillo inició con su idea de fundar la Casa de la Cultura “Juan de La
Fuente” a la cual me referiré más adelante.
El siguiente poema dedicado a Cucutilla publicado en su obra “Bosquejos” fue escrito por el maestro de escuela J. B.
Camperos y que la juventud de la época recitaba de memoria y los abuelos de hoy
aún recuerdan al pie de la letra:
A Cucutilla
“La Atenas de mis sueños y especial
para la obra “Bosquejos” de mi dilecto
amigo José de Jesús Sánchez”
¡Cucutilla!, eres cuna de los grandes,
te arrulla el crepitar de sus corrientes,
te coronan los riscos de los Andes,
te escuda el corazón de tus valientes.
Cual una niña que dormir quisiera,
sobre el espejo de su misma frente;
destreza sin cesar su cabellera
y aparece soberbia y prepotente.
No hay una lira que cantar pudiera
las riquezas que guardan tus entrañas;
más esta historia llevara doquiera.
El eco de tus épicas hazañas,
la virtud de tus hijos, la
primera
bendición de la ciencia es tus montañas.
J. B. Camperos.
Cucutilla, agosto de 1931.
Por este año los feligreses con los recursos obtenidos en
las diferentes actividades como bazares, rifas y donaciones personales donan a
la parroquia una hermosa campana.
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