EN LOS AÑOS QUE EL MUNICIPIO VIVÍA una situación económica bastante
delicada por bondad Divina llega en el año 1961 como párroco el padre Ricardo
Trujillo Gutiérrez un joven inquieto de infinitas calidades humanas, que
aprendió a querer a Cucutilla y con su gran visión se entregó en cuerpo y alma
para sacar este pueblo adelante, tendiéndole una mano solidaria y una palabra
de aliento a los campesinos que vieron en él además de guía espiritual el líder
que con urgencia clamaban.
La llegada del padre Ricardo fortalece y ratifica la
importancia de la iglesia en el desarrollo del municipio en un papel solidario
y comunitario. Desde siempre el obrar de la iglesia católica ha estado actuante
y su presencia ha sido y sigue siendo vital para la vida del municipio. Esto se observa en las fundaciones de todos
los establecimientos educativos y diferentes obras de desarrollo comunal como
caminos, electrificación, acueductos, viviendas, etc. y sobre todo velando por la
armonía entre los habitantes.
Comenta el padre Ricardo: Me encontraba en la parroquia de Bochalema, el señor Obispo Aníbal
Muñoz Duque me ofrece la parroquia de Chinácota la que rehusé y a lo cual él
agrega: Entonces usted que ha vivido la violencia y ha tenido alguna
experiencia en su parroquia se debe ir para Cucutilla, ante esto como sintiendo
que allí podría hacer cosas importantes respondí: Señor
Obispo con la bendición de Dios y la tuya me voy para Cucutilla”. Con estas palabras el padre Ricardo acepta su
nombramiento para este municipio de fama de violentos y agobiado por difícil
situación socio-económica producto de las situaciones vividas.
Nació el padre Ricardo en Labateca el 1 de mayo de 1916,
donde realizó sus estudios primarios trasladándose luego a Pamplona donde
inicia sus estudios de seminarista. Ordenado 19 de marzo de 1941 pasa a ser
sacerdote coadjutor en Málaga; luego pasaría como coadjutor en Salazar de las
Palmas por tiempo de 2 años y tres meses (1942 – 1944); en 1945 Capellán del
Colegio Terciario de Pamplona; por el año 1946 a 1948 es párroco en Ragonvalia;
en 1948 a 1952 pasa como Párroco de California (Santander); desde 1952 a 1961
por nueve años es Párroco en Bochalema:
El
decreto de nombramiento como párroco de Cucutilla dice:
“Nos, Aníbal Muñoz Duque, por la gracia de Dios y voluntad
de la sede Apostólica, DECRETAMOS: Al tenor de canon 2162 del Código de Derecho
Canónico, hácese el siguiente traslado:
De la parroquia de Bochalema a la de Cucutilla como Párroco amovible al
señor Presbítero Ricardo Trujillo.
Dado en Pamplona a 10 de febrero de 1961.
Por sus obras es el padre Ricardo quien se ha quedado en el
corazón agradecido de los cucutillenses, es así que cucutillense que se respete
donde quiera que mire hacia ese pasado desde el año 1961 hasta nuestros días
encontrara y recordara la imagen del padre Trujillo guiando con acierto a la
comunidad, visitando la ciudad de Cúcuta y Bogotá gestionando recursos y obras
para el municipio, recorriendo las veredas montado en su yegua “La Mora” (que
no era mora sino de color blanco), con su sotana y casco verde llevando
mensajes de paz y de esperanza, ayudando al campesino humilde y persona
necesitada. Aunque de igual manera de
los sacerdotes anteriores se debe decir que ninguno ha sido inferior a su
misión; toda la historia lo demuestra en su época respectiva cada párroco o
sacerdote realizó acciones dedicadas a enaltecer el municipio.
El
trabajo organizado rinde; afirma el padre Trujillo, cuando llegué al municipio en verdad existía pobreza, entre las cosas
que me pidieron fue la construcción de un Colegio para señoritas y esa fue mi
primera meta. Por otra parte el campo se encontraba en el olvido debido a la
división entre Laureanistas (mayoría en el sector urbano) y Ospinistas (mayoría
en el sector rural), situación que tenía a los campesinos en desventaja y por
tanto sus necesidades como los caminos veredales se encontraban bastante
descuidados entonces me propuse trabajar inicialmente por estas obras.
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