Como consecuencia de la integración de los Colegios la sede
del Colegio Santo Tomás queda a disposición de un nuevo proyecto y es aquí
donde la visión del padre Ricardo Trujillo ve la oportunidad de hacer realidad
su ilusión de organizar una institución que diera albergue a los niños
campesinos que por vivir aislados del área urbana tenían dificultades para
continuar sus estudios. Sueño que
empieza a cristalizarse y en el año 1973 logra se destine este local para el
funcionamiento y ubicación de 50 niños campesinos que tenia organizados en la
Casa Cural en pequeños grupos con el nombre de: "Paz y Amor",
"Luz y Vida", "Hacia las Cumbres" y "Compañeros de
Bolívar"; para dar inicio de esta manera al Hogar Juvenil Campesino de
Cucutilla gracias al decidido apoyo del señor Gobernador Carlos Pérez Escalante
y su esposa doña Yamile Abajain de Pérez.
Actuó como primer director del Hogar Juvenil el profesor
Julio García, recordado además por su habilidad en la locución que animaba los
diferentes encuentros deportivos y actos públicos que se realizaban.
Por otra parte, la carretera de Pamplona a Cucutilla es
inaugurada el 4 de agosto de 1973 por el entonces gobernador Argelino Duran
Quintero; se abrió así la ruta que dio una salida al centro del país no solo
para Cucutilla, sino para los pueblos de occidente.
En este año la administración municipal estaba a cargo del
sargento retirado Luis Bonilla Álvarez. Al municipio llegaban las noticias de
algunas “tomas guerrilleras” que se venían presentando en el país especialmente
en los departamentos de Santander, Boyacá y Cundinamarca. En Cucutilla corrió el rumor de una posible
entrada guerrillera a la población por lo que el alcalde motivó varias personas
para realizar turnos de guardia en las horas de la noche desde las
instalaciones del Colegio. Fue así como algunas personas se armaron de un
revolver, carabina o escopeta y efectivamente hacían su turno de guardia para
cuidar el sueño de los habitantes y avisar a la población sobre una posible
insurgencia guerrillera.
Sucedió que una madrugada se produce un incendio en la casa
de don Víctor Hugo Ortega, comerciante que almacenaba suficiente cantidad de
costales de fique; el alcalde Bonilla para solicitar la colaboración de los
vecinos para la extinción del fuego realizó varios disparos al aire y por los
altoparlantes de la alcaldía pedía ayuda a la comunidad, la gente pensó que
había llegado la guerrilla, por tanto fueron pocas las personas que acudieron
al llamado. En ese tiempo aún existía la
piscina en el parque lo que permitió que las personas con baldes y ollas
cargaran agua para apagar el fuego.
Por estos años se presenta la época de la bonanza cafetera;
los campesinos mejoran sus fincas y sus viviendas, construyen buenos patios y
beneficiaderos para el café, compran su grabadora y buena bestia mular.
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