Las principales normas canónicas sobre
curatos y administración eclesiástica fueron definidas en el Concilio de
Trento, normas que debían ser observadas a la luz del Patronato Regio y el
Derecho Canónico Colonial. Los proyectos y expedientes de erección parroquial
eran tramitados, tanto en el Arzobispado de Santafé como en la Real Audiencia,
siendo el Señor Virrey como Vicepatrono Real, quien titulaba o erigía oficialmente
un curato y nombraba las dignidades eclesiásticas.
Cucutilla vio su primer proyecto de
erección parroquial en 1772, mayo 13, con una petición que hicieron los vecinos
del partido de Simitarigua y sus alrededores al Visitador Eclesiástico Don Juan
Antonio Rangel, mismo año en que se promulgó el decreto que ordenaba la
demolición de Arboledas. Para el expediente la solicitud fue suscrita en
Cucutilla el 7 de junio de 1790, firmada por 35 vecinos.
El primer poder que otorgaron los
cucutillenses que pretendían parroquia se hizo a favor de Luis de Ovalles y
Camilo Torres, procuradores de causas de la Real Audiencia de Santafé;
prominentes abogados que se encargaron de conseguir el ansiado título de
Parroquia en los tribunales de rigor.
Las tierras para el asentamiento de la
Parroquia de Cucutilla fueron donadas por Don Josef Sánchez a favor, no de los
vecinos sino de Nuestra Señora del Rosario.
En Cucutilla se instituyó como Santo
Patrono del feligresado a Nuestra Señora del Rosario, a cuyo nombre habían sido
titulado los bienes parroquiales, y le acompañarían la Cofradía de las Ánimas,
responsable de la misa de difuntos, y la Cofradía del Santísimo, responsable de
mantener la Lámpara del Sagrario encendida y celebrar la fiesta de Corpus
Cristi.
Archivo Parroquial de Cucutilla
(APCtilla), Escritura de donación otorgada por los vecinos de Cucutilla para
cumplir un requisito en su proceso de erección parroquial.
Contando con este indispensable requisito, los vecinos de la
vieja capilla (construida en 1670 por el
padre Buitrago) decidieron en el año 1.780 trasladarse al “sitio” donado por
Don Josef Sánchez e iniciar allí, en la confluencia de los dos ríos, la
construcción de la nueva población, ubicando el templo y procediendo a trazar
plaza, calles, solares, la cárcel y casa para el cura, esperando de esta manera
estar cumpliendo con los requisitos para su erección parroquial.
Razonable es pues pensar que efectuado el traslado al nuevo
sitio los vecinos ya sea por costumbre o sentimiento quisieron conservar el
nombre de la vieja capilla muy conocido y trillado por ellos hasta el punto que
se generalizó para identificar el caserío que se empezaba a edificar. De esta
manera bajo tal denominación se continuaron los trámites encaminados a lograr
la categoría de parroquia como se notará más adelante en las cartas que ya se
empiezan a firmar estas personas como “los
vecinos de Cucutilla”.
El inicio de la construcción del futuro asentamiento
parroquial o urbano de Cucutilla debió darse en aquel mismo año de 1780, lo
cual redefine la errónea aunque tradicional afirmación, tan difundida a través
del tiempo y la escolaridad, que asigna como “fundador” de Cucutilla al “Doctor
Camilo Torres Delgado” en el año 1729 (aspecto que se tratará más
adelante). Por ahora la vida de estos
vecinos empieza a girar en torno a la construcción del templo, de su nuevo
caserío y de lograr la elevación a parroquia, solicitudes que se presentaban ya
a nombre de los “vecinos de Cucutilla” a la vez que iniciaban la ampliación de
las mejoras agrícolas como haciendas, trapiches y ganado.
Es preciso anotar que en la construcción del nuevo pueblo,
las viviendas continuaron siendo pequeñas chozas de guadua, con techo de paja y
piso de tierra; solo el templo se iniciaría con bases y cepas de piedra unos
años después.
En el ámbito nacional por estos años, exactamente el año 1781 se presenta la
insurrección de los Comuneros y la revolución cundió rápidamente por
territorios de Santander en poblaciones como El Socorro y San Gil, es probable
que algunas familias evitando estos enfrentamientos decidieron también
desplazarse a través de la cordillera oriental hasta encontrar el caserío de
Cucutilla que por esa época estaba desarrollándose y continuar junto a los
vecinos del sector una nueva vida, cultivando los campos, realizando
actividades de caza y ganadería. De esta
forma el poblado se hace más grande y organizado en camino de su desarrollo
(esto justifica que un variado número de los actuales apellidos tengan sus
ancestros en el departamento de Santander).
Desde el traslado al nuevo sitio, a pesar que se había
construido provisionalmente en este mismo plan donde se fabricaba la Iglesia
Parroquial "Un humilladero decente
de madera y paja de diez y seis varas de largo y seis varas de ancho" y se llevaron allí las reliquias que se
hallaban en la capilla con sus ornamentos y vasos sagrados, con el fin de
brindar facilidades al cura que les enviasen y los pudiera administrar, entre
tanto los vecinos debieron continuar asistiendo a Arboledas para cumplir sus
preceptos de fe, actividad que cada día se les dificultaba más debido a
diferentes circunstancias como lo manifiestan en la carta enviada al Señor
Provisor y Vicario General, donde solicitan se autorice que el cura de dicho
pueblo se venga a vivir al sitio de Cucutilla:
“Señor provisor y Vicario General
Señor: Los vecinos del extinguido
pueblo de Arboledas hacemos representación ante Vuestra Señoría manifestándole
las incomodidades que padecemos desde que se quitaron los Indios y se vendieron
los resguardos a Don Antonio Rodríguez Terán, quien ha fundado allí en el mismo
plan donde está la iglesia, hacienda y trapiche, y los sembrados de cañas y
platanales, y cercado todo hasta las puertas de la iglesia, y no haber quedado
allí casas para hospedarnos, pues solo unas quatro casas se hallan, y éstas las
tienen ocupadas con gente de su casa el dueño de la hacienda, ni tampoco
podemos soltar nuestras bestias allí
porque no lo permite.
Señor: todo el contorno que tiene
Arboledas son montañas espesas, y sólo aquel plan había de sabana en donde
estaba la iglesia, y por no padecer todas estas incomodidades, carecemos del
punto espiritual y de la asistencia de las funciones parroquiales, hasta de ir
a cumplir con el precepto anual, por lo que imploramos a la piedad de Vuestra
Señoría que nos conceda licencia de que el cura se venga a residir al sitio de Cucutilla, trayendo todos los
parámetros de aquella yglesia a la capilla del dicho Cucutilla, que ésta tiene
título de vice-parroquia desde el año de mil seiscientos y setenta, la que ha
sido visitada por los señores visitadores, y todos los curas de Arboledas han
venido a celebrar el Santo Sacrificio de la misa y administrar los demás
Sacramentos, por la necesidad que han visto y la inhabilidad de muchos pobres
que no pueden ir al dicho Arboledas, tanto
por la distancia y fragoso del camino, como por las incomodidades ya
referidas.
Señor: en esta capilla se celebra la
festividad de Nuestra Señora de la Concepción, que es la patrona y en ella se
da sepultura a todos los cuerpos de los que mueren en el vecindario de
Cucutilla, y aún de los inmediatos de Arboledas que no pueden llevarlos a
enterrar allí, por no tener que pasar un río muy fragoso que no tiene puente ni
baho, pues sólo hay una hamaca de barita y bejuco, no muy segura y en cima de
la barranca del río está la iglesia y la casa del cura el que vive con gran
sucidio (sic) en los tiempos que hay invierno; pues en la una invernada, el año
pasado hubo una robasón de dicho río que quedó más inmediata la barranca. Y
toda la mayor parte del vecindario está del lado de Cucutilla, y hay medio día
de camino de donde está la iglesia de arboledas a la capilla de Cucutilla, y la
capilla se halla en el riñón del vecindario, porque es muy dilatado; todo lo cual hacemos presente a Usía para que
la piedad de Usía se digne de oír nuestra exclamación y concedernos lo que le
pedimos y dispensarnos nuestras toscas razones.
Dios Nuestro Señor guarde la muy importante vida de Usía los
muchos años que puede. Cucutilla, junio
7 de 1790.
A los pies de Usía sus muy humildes criados: Juan Antonio
Carrillo, A ruego de Miguel Gregorio Sánchez, Josef Hipólito Arias, A ruego de
Manuel Rojas, José Hipólito Arias, A ruego de Juan Arciníegas, Juan Manuel
Mejía. A ruego de Juan Parada, Josef Antonio Coscarrón, A ruego de Juan de Dios
Arias, Juan Antonio Carrillo, A ruego de Fernando Antolínez, Josef Antonio
Coscarrón, Carlos Gonzáles. A ruego de Emeregildo Pabón, Carlos Gonzáles; A
ruego de Josef Angarita, Juan Manuel Mexía, Pedro Josef Ortega, Josef Ignacio
Becerra, Josef Mendoza; A ruego de Francisco Buitrago, Josef Mendoza, Mateo
Parada; A ruego de Pedro Sandoval, Pedro Josef Ortega; A ruego de Francisco
Mexía, Josef Becerra; A ruego de Antonio Montes, Josef Ignacio Becerra”
Para hacer más insistencia ante la Autoridad Eclesiástica y
acelerar su erección a parroquia formal, los vecinos de Cucutilla escribieron
al Señor Arzobispo del Nuevo Reino de Santa fe para que les concediera la
respectiva licencia en su construcción del templo, a fin de que el sacerdote
residente en Arboledas se trasladara allí; más si se tiene en cuenta que por
disposición en el Arzobispado se había establecido que fuera la capilla de
Cucutilla donde se celebrarían desde ahora los oficios religiosos y a ella se
quedarían sujetos los de Arboledas, quienes debían "reconocer la parroquia de Cucutilla como su Yglesia"
Referente a lo dispuesto por el Arzobispado sobre que los vecinos de
Arboledas deberían reconocer la “Vice-parroquia de Cucutilla como su iglesia”,
y por tanto permanecer sujetos a que fuera en esta capilla donde se realizarían
las ceremonias religiosas, el padre Josef Gregorio Barragán informa a su
prelado el Doctor Fray Fernando del Portillo y Torres, entre otros aspectos
que:
“Tengo hecho en la capilla deste Chopo a los Indios y
vezinos de él, estar real y verdaderamente extinguido el pueblo de Arboledas, y
sus vezinos y moradores sujetos a la capilla vice-parroquia de Cucutilla, y
esta ser ya agregación deste pueblo, conforme a lo determinado por Vuestra
Señoría Ylustrísima"
De esta forma los vecinos logran que el cura interino de
Arboledas sea trasladado a la vice- parroquia de Cucutilla, y por tanto los de
Arboledas se vean en la necesidad de asistir allí a cumplir sus preceptos de
fe, como lo sustenta el siguiente texto:
Decreto
“En cuya conformidad dirijo a usted la presente para luego,
inmediatamente que la reciba o de cualquier modo que le sea entregada, vea la
representación y providencia inserta, y que su parte en quanto le toca dé a
ésta su puntual y debido cumplimiento, informando y remitiendo como por ella se
le manda y previene y pasando a residir en el pueblo o sitio de Cucutilla como
por los vecinos representados se pide y se manda por la citada
providencia. Dios guarde a vuestra
merced muchos años”. Santafé, junio 22 de 1790”
Situación que no aceptaron la mayoría de personas que habitaban al
norte del rió Arboledas, manifestándose una clara “competencia y rivalidad”
entre los feligresados del sitio de Cucutilla y el extinguido pueblo de
Arboledas, cada uno por lograr por separado la categoría de parroquia, como lo
deja ver la siguiente certificación del alcalde partidario del Valle de las
Arboledas Joséf Antonio Gómez:
“Además de esto he costeado los extraordinarios correos al
llevar dinero y los documentos que me han costado muchísimo dinero costeados de
mi bolsa, los unos y los otros de la precisa obligación de los padres de
familia que se han privado de ellos sólo por el anhelo de tener padre que nos
administra con título e institución canónica.
Habiendo tenido noticia y esperanza favorable paso a comunicar y
denunciar cómo los vecinos del sitio de Cucutilla que siempre han estado
agregados a ésta yglesia matriz de
Arboledas va para dos años que están edificando un templo de quarenta varas de
largo por ocho de ancho, sus cimientos de piedra y cal con ánimos depravados de
quitarnos la razón y la justicia obligándonos por tener de su parte al juez
partidario, cuyo título es de Arboledas y no de Cucutilla y por tener inmediato
a este sitio su comodidad, faltándonos con la residencia en este valle en donde
fue criado su empleo de espacio de quarenta años, sufriendo las mayores
incomodidades. Lo cierto del caso es
excelentísimo Señor que habiendo indagado extrajudicial con qué licencia y
facultad edifican un templo de semejante naturaleza y no habiendo uno que haya
dado razón al cura provisional ni a mí, de donde infiero que ha vuestra
excelencia le han irrogado la mayor injuria...”
No obstante lo anterior, en atención a las solicitudes e
insistencia de los vecinos del sector de Cucutilla, en 1790 se comisiona por el
Provisor Fiscal al cura interino de Arboledas Josef Antonio Trujillo para que
determine sobre las factibilidades reales de la proyectada erección parroquial,
quien el 22 de julio de ese año confirma las quejas e incomodidades
manifestadas y que en verdad Rodríguez Theran quien adquirió las tierras del
resguardo de Arboledas construyó frente a la iglesia una “Corraleja para
mantener allí sus bestias”. Con relación a la situación de los vecinos de
Arboledas dice: “...la mayor parte del
vecindario vive del lado de Cucutilla y ocurre mas gente a oír misa a Cucutilla
a la dicha capilla, que con motivo de la distancia que hay y lo de pasar el
río, y el ser toda gente pobre se concedió la licencia para hacer esta capilla
por el ilustrísimo maestro Don Francisco Juan de Arquinao arzobispo deste reino
desde el año 1670 a pedido del maestro Don Diego de Buitrago en el sitio de los
aposentos de Cucutilla, hacienda que era del referido Buitrago a la que se le
dio título de Vice-parroquia institulada de Nuestra Señora del Rosario y que
teniéndola con la decencia correspondiente y ornamentada pudiese celebrar el
Santo sacrificio de la misa...”, finalmente refiriéndose concretamente a
las condiciones que ofrece Cucutilla para su iglesia afirma: “... se tiene visto ya el plan para la
parroquia en parte cómoda y tierra suficiente que hizo donación un vecino de
150 varas de largo y ochenta de ancho, ...tierra limpia de sabana, media legua
distante de la capilla de Cucutilla y a gusto de todo el vecindario"
Este primer informe da cuenta de las ventajas que ofrecía la
situación para la erección de parroquia en Cucutilla y sobre el empeño que los
cucutillenses tenían en lograr la construcción del templo; informe que los
alentó y por tanto reforzaron su entusiasmo por levantar la iglesia, trazar la
plaza, hacer la casa cural, cárcel y edificio de gobierno; es decir, todo lo
necesario para instituirse como parroquia.
De esta manera transcurren los últimos años del Siglo XVIII,
algunos vecinos de Arboledas que asistían a la Vice-parroquia de Cucutilla
colaboraban con la construcción de la iglesia; no obstante, un mayor vecindario
de Arboledas quiso cumplir con lo mandado de adelantar las gestiones para
constituirse como parroquia y dieron al Doctor Francisco Fernández el poder
requerido para que adelantara el respectivo proceso de erección de su proyecto
parroquial.
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