Recuerdos de un cucutillense

Son muchos los cucutillenses que marcharon del municipio en esta época y no han regresado, conozcamos lo que recuerda don Humberto Parada Espinosa una persona común y corriente que nació en Cucutilla en el año 1914, allí realizó sus estudios primarios y llegó a desempeñar diferentes cargos entre ellos el de secretario de la alcaldía; y que vivió en el municipio hasta el año 1944, desde esa fecha no ha vuelto. Hoy vive en la ciudad de Cúcuta.

Por el año de 1944 la violencia se había calmado un poco, yo era el escribiente de la alcaldía y algunas veces me correspondía asistir con la policía a realizar levantamientos en las veredas, recuerdo que en una ocasión fuimos a la vereda de Camacho y cuando llegamos al sitio fue muy difícil conseguir algunos campesinos que nos ayudaran a cargar el muerto; Ellos se escondían o se negaban a colaborarnos, al cabo de algún rato el comandante de la policía logró que dos personas a regañadientes cargaran el cadáver y empezaron a caminar por ese camino a paso rápido hasta que nos tomaron alguna ventaja, tanto fue que al llegar nosotros a una lomita encontramos el muerto tirado en el suelo y nada que supimos de los cargueros.  Pues nos toco con el comandante y los policías hacer turno hasta el pueblo cargando al difunto.

La violencia por estos últimos años de gobierno liberal se apacigua un poco y la gente se enfiesta era muy bonito el reinado del fique, donde se vestían a las candidatas con vestidos hechos de puro fique. Recuerdo que se hizo un reinado  para recoger plata para el mejoramiento de la plaza, las candidatas se vestían en hermosos trajes de fique. Recuerdo que junto con Jesús Sánchez (Juan de la Fuente) y otros más se integro la “junta pro reinado del fique”; en ese tiempo me trasladaron para Gramalote, desde esa fecha no he vuelto a Cucutilla, luego supe que con la plata que se recogió hicieron un obelisco.

Como diversión había una gran afición a las peleas de gallos y constantemente se hacían desafíos con los Arboledanos y Salazareños.  Nosotros jugábamos en la plaza al fútbol, trompo, pipones, coca, toros de candela, la plaza era de tierra y lo único que había eran dos palmas, tres mangos y el samán, ahí se extendían los toldos de mercado el día domingo.

Como dato curioso e interesante cuenta don Humberto que por el año 1942 llega el primer radio al municipio y lo compra la alcaldía y Yo era el encargado de prender el radio, entonces lo sacaba al balcón del segundo piso de la alcaldía por ahí a las 6 de la noche y sintonizaba “La Hora sabrosa” por la voz de Pereira, la juventud escuchaba y se deleitaba con la música oyendo el programa ahí sentados en la plaza.