Por otra parte, y dadas las necesidades
del distrito parroquial de Cucutilla, y de los demás pueblos de la región de
mantener una vía de comunicación con San José de Cúcuta, La Asamblea
Legislativa del Estado Soberano de Santander emite del 4 de Octubre de 1864 el
Decreto Por el cual se autoriza al
presidente del estado, para conceder privilegio, la apertura de un camino que
ponga en comunicación los distritos de Baja –Cucutilla y San José de Cúcuta.
Articulo 1º. Se autoriza al Presidente del estado para que
pueda conceder a quienes lo soliciten, privilegio para la apertura de un camino
de herradura, que ponga en comunicación los distritos de Baja-Cucutilla y San
José de Cúcuta, por el punto denominado “Huerta Grande”, bajo las bases y condiciones que estime
conveniente, y no disponga de los fondos que forman el tesoro del estado...
... Dado en el Socorro, a 25 de septiembre de 1864. El Presidente, Aquileo Parra. El Vicepresidente, Estanislao Silva. El
secretario. Camilo Vanegas Socorro,
4 de octubre de 1864.
Ejecútese y Publíquese. El
presidente del estado, Rafael Ortiz. El
Secretario General, Alejandro Gómez Santos.
De esta manera se obtiene legalmente el permiso para la
apertura del camino de herradura que los llevaría hacia la ciudad de Cúcuta;
recorrido que debieron realizar a pie y lomo de mula por casi noventa años en
el traslado de sus productos.
Referente a la construcción del templo el día 10 de
diciembre de 1865, en su visita pastoral el señor Obispo Doctor Bonifacio A.
Toscano recomienda: “Que se arregle la
escalera del coro i en el camarín de Nuestra Señora le pongan bastidores de
cristal o de algún federo claro que dé la suficiente luz; que a la mayor
brevedad se pongan chapas i cerraduras en los dos sagrarios, bautisterio y
puertas de la Iglesia”.
En el campo económico el 10 de octubre de 1865 el Gobierno del Estado
Soberano de Santander presentó un proyecto de ley en el cual decretó la
adjudicación y entrega de baldíos en cantidad hasta 200 hectáreas a cada
distrito para que ellos los administraran o los enajenaran libremente y con
ello sostener las escuelas públicas. De
esta manera los campesinos que tuvieran esos terrenos usufructuados y
cultivados de café se les adjudicaba en propiedad:
“Los terrenos baldíos en que haya plantaciones de café
pertenecientes a ciudadanos cuya riqueza exceda de doscientos pesos, les serán
adjudicados en propiedad, en una extensión que no baje de cuatro ni exceda de
diez hectáreas. El Presidente podrá adjudicar a los ciudadanos pobres del
Estado iguales proporciones de terreno siempre que se destinen al cultivo del
café; pero recobrará el estado su dominio si dentro de los cinco años después
de adjudicado no hubiere en ellos una plantación que no baje de mil matas de
café”.
Con esto se motivó al cultivador e indujo a los comerciantes a buscar
así fuera forzosamente la expansión de los cultivos fortaleciéndose la
formación de nuevas haciendas y colonización de montañas, con seguridad algunos
campesinos lograron obtener en esta oportunidad titulación de tierras, y por
tanto apertura de nuevos caminos.
En este año Cucutilla ya era productor de café y veía como
su desarrollo crecía y en la medida que el precio aumentaba el gobierno creaba
las condiciones que mejoraran el nivel de vida de las personas cultivadoras del
producto. De ahí que los campesinos empezaran a abandonar los cultivos de otras
especies y la cría de ganado para dedicarse al cultivo del café. En estos años la carga alcanzó el valor de 45
pesos.
En el año 1871 Cucutilla contó con 3020
habitantes, (recordemos que en los años 1800–1801 la población sólo alcanzaba
650 habitantes) lo que muestra un incremento significativo, teniendo como
factores que incidieron en este hecho la colonización de las zonas montañosas
aún vírgenes y la incorporación del café a la economía de la región.
En el informe del Presidente del estado soberano de
Santander en el año 1873 en una parte hace alusión a la producción cafetera en
los distritos de Salazar, Arboledas y Cucutilla en donde había ya un verdadero
entusiasmo por el cultivo considera que estas poblaciones merecían que se
mejoraran sus condiciones viales para facilitar el transporte del producto a
San José de Cúcuta. Fue tal vez la primera insinuación a la necesidad de la
construcción de una carretera.
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