sábado, 23 de marzo de 2019

La Cucutilla que anhelamos


ES EL TRANSCURRIR HISTÓRICO DE CUCUTILLA un pasado lleno de contradicciones; de alegrías y tristezas, de paz y turbulencia, de progreso y destrucción, de huidas y retornos. Situaciones algunas borradas por el tiempo, disimuladas por nuevas calles y caminos que hoy recorren gente nueva, pero que a pesar de ello permanecen en el ambiente como un legado esparcido que se resiste al olvido de estos sus nuevos hijos.

Hijos que tiene el compromiso de labrar el nuevo camino, ¡tarea nada fácil!. Pero precisamente el pasado enseña que el cucutillense nunca se ha doblegado y ha sabido sobreponerse a la adversidad. De esta manera por mencionar el ejemplo de sólo algunos vale recordar al presbítero don Diego Buitrago con su primera capilla, don Joséf Sánchez con la donación de sus tierras para la construcción del pueblo; el cabo Juan Bautista Vegar que luchó por la libertad al lado del General Bolívar; el maestro José María Peña Moncada ilustre maestro de la juventud pamplonesa; don Damián Luna insigne educador; el Capitán Alberto Parada habilidoso piloto de aviación de la fuerza aérea; José de Jesús Sánchez con sus versos y periódico; el doctor Timoleón Moncada Rojas impulsor de la carretera de la Pacificación; el Dr. Roberto Rojas Granados gran defensor de los límites del municipio, los sacerdotes Martín Parada, José Trinidad Landazabal,  e Hipólito Parada dignos ejemplos de religiosidad; don Miguel Santos que alumbró con su planta eléctrica las noches azarosas de los años difíciles;  don Joaquín Luna y Felipe Antolínez que con sus alegres serenatas ilusionaron los corazones de sus paisanas; doña Ana de Ortega incansable maestra de la niñez en la vieja escuela del pueblo; la señora Belén que en su casa de habitación en el sector de otrora “barrio nuevo” a manera de escuela privada educó a muchos niños; don “Chepe” Duarte hombre de firmes principios y sabias decisiones; el General Arias Cabrales gran defensor de la institucionalidad del país, el doctor Álvaro Luna Gómez brillante magistrado; don Emiliano Arias que con su bus de pasajeros de lento pero de seguro andar transportó por años a los cucutillenses; don Eloy Castillo Arias que con sus recetas “La Putería” alivió por muchos años las dolencias de sus paisanos; de Néstor Enrique Albarracín Contreras gran defensor de la idiosincrasia del municipio; del profesor Alirio Lizcano Sánchez y Víctor Manuel Ortega grandes organizadores de la colonia en Cúcuta y ejemplo de amor por la patria chica; la profesora Isabel Teresa Antolinez persona de denodado esmero por preservar la cultura autóctona; el Doctor Miguel Duarte Quintero que gestionó por allá en el año 1994 la adjudicación de una sala de cómputos para el INSPROSOCIAL logrando de esta manera que la educación del municipio entrara a la época de la informática; además de permitir en la actualidad que gran numero de jóvenes bachilleres y profesionales obtengan una posibilidad de trabajo y puedan continuar sus estudios gracias a su colaboración desde la empresa privada en diferentes ciudades del país.

De igual manera, Cucutilla ha contado con ilustres hijos adoptivos especialmente sacerdotes y profesores que se han consagrado en forjar esta tierra como propia, para destacar tal vez como el primero al padre don José Gregorio Barragán quien diseña la construcción del templo y la erección en Parroquia; padres Eduardo Villamizar, Carlos Saúl Solano, Alfredo Afanador, Luis Jesús Maldonado, José Luis Menéses todos de grata recordación y últimamente Monseñor Ricardo Trujillo Gutiérrez guía espiritual por más de 40 años, la señora Matilde Silva quien dedicó como directora de la Escuela Hogar treinta años de su vida educando a esta juventud, Doña Graciela Quintero de Duarte abnegada maestra de la escuela de niñas y el Profesor Carlos Arturo Machuca ingenioso constructor de cultura.

Estas son algunas personas que han forjado de cualquier manera el desarrollo del municipio, sé que soy injusto por no señalar a otras más como a un gran número de profesionales y personas humildes que vivieron y viven construyendo el futuro de Cucutilla como son muchos campesinos que calladamente con su labor de arar la tierra, o desde su oficio de conductor, comerciante, panadero, ama de casa enaltecen el municipio obteniendo suficientes merecimientos para estar en otra publicación como en un libro de grandes hijos y adoptivos de Cucutilla, necesario para que cuando algún día la juventud cucutillense necesite un modelo de amor y trabajo por su tierra no duden en hacerles un reconocimiento y seguir su ejemplo.

Por ahora, retomando el tema del futuro del municipio, todos de alguna manera queremos volver a celebrar la fiesta del fique, que la niñez pueda conocer la vieja máquina de prensa que utilizaron sus abuelos para sacar la fibra, el viejo telar, el cañuelero, el torno, la lanzadera y demás utensilios necesarios en la fábrica de los costales. Lo mismo con el cultivo del café, conservar los elementos utilizados por los campesinos en su producción como el garabato, el canasto, la máquina descerezadora, el harnero, el rastrillo y otras herramientas e ir conservándolos en un pequeño museo para que en tiempo futuro sean testigos de la actividad económica que se ha desarrollado en este pueblo.

¿Por qué no visitar las piedras que dejaron grabadas los indios?, cuándo volver a los paseos por el campo, cuándo volver a disfrutar una Cucutilla hermosa y dejar que corran por sus calles los recuerdos de viejos amores, pequeñas travesuras de viejas luchas ya vividas, de reencontrar un amigo y llamarlo por su apodo y sentir que de verdad esta tierra se alegra con el regreso de sus hijos, como dice la canción que creó el doctor Luis Enrique Parada con motivo de la fiesta del retorno en el año 1997:

Está mi pueblo rebosante de alegría
porque a sus hijos los vuelve a tener,
porque mi tierra es como una madre entristecida
que se pone muy contenta cuando nos vuelve a ver.

Y sentir por esto que se nos agranda el corazón de orgullo recordando las palabras de nuestro paisano Juan de la Fuente:

" Si no hubiera nacido, en la tierra donde nací;
me hubiera arrepentido, de no haber nacido allí".

Y es que a pesar de la situación económica y de orden publico que vive el municipio, todos anhelamos volver por la patria chica y forjarla más grande. Cucutilla debe ser una tarea de todos, de cada hijo del municipio que resida o no allí, de cada habitante nacido o no allí, de cada autoridad eclesiástica, civil o militar (así estén de paso). Se requiere entonces que cada uno asuma un comportamiento y actitud responsable con el pueblo, en otras palabras que todos los cucutillenses de nacimiento, los hijos de cucutillenses y personas que sientan algún afecto por el municipio nos “CUCUTILLENISEMOS”...¿Pero de qué manera?:

Lo primero es “amar el municipio”, amar su gente, sus recursos, su pobreza o su riqueza. Amor que debe manifestarse en la conservación del medio ambiente y la adecuada utilización de sus recursos físicos, humanos, financieros y naturales, comprometiéndonos en jamás levantar la mano en perjuicio de nuestro propio pueblo y hermanos, nunca atacar ó destruir sus edificios públicos y las humildes viviendas de nuestros hermanos, nunca más tumbar un árbol que está protegiendo una fuente de agua o prestarnos con el encubrimiento para que ocurran acciones en perjuicio de nuestra gente. Debemos conservar su patrimonio

Segundo, aprender a vivir en comunidad y más aun como hermanos que somos, hijos de la misma tierra, aplicando normas de comportamiento bajo principios de responsabilidad, honestidad, respeto, solidaridad y sinceridad, sin marginar ni denigrar de los demás. Ser agradecidos y ayudarnos unos a otros, reconocer sin egoísmo los valores, el esfuerzo y capacidad de los hijos de esta tierra que han alcanzado el éxito, y que han tenido que salir buscando espacio en otras ciudades demostrando el tesón de nuestra raza.

Como tercer compromiso se debe rescatar y respetar nuestra idiosincrasia con sus buenas y sanas costumbres, formar a los hijos y niños bajo la sana formación cristiana y religiosa, despertar el valor cívico y patrio, rescatar nuestra identidad a través de diferentes actividades cívicas, deportivas y culturales. Lograr recuperar la historia de cada vereda y barrio, conocer la vida y obra  de los hijos ilustres de Cucutilla para que su existencia no quede en el olvido y las futuras generaciones puedan seguir su ejemplo. 

Cuarto, actuar; pasar de las palabras a los hechos, aportar cada cual lo que corresponde, es decir, desempeñar el trabajo que le compete honesta y responsablemente, los docentes, empleados públicos, los que cumplen su labor religiosa y pastoral, padres de familia, estudiantes, profesionales y dirigentes comunales son los primeros llamados a comprometerse y orientar sus esfuerzos que infundan un nuevo modo de pensar, que canalice el gran carácter creador y de hermandad que por años hemos desperdiciado y nos brinde al fin la historia una nueva oportunidad para resarcir el daño que nosotros mismo nos hemos causado con el egoísmo, la calumnia y la violencia, y que todos entendamos el compromiso que se debe asumir con el municipio.

Es claro que todos tenemos la responsabilidad de infundir esta nueva actitud, pero son los que tienen y puedan tener la facultad de tomar decisiones administrativas los que poseen la mejor oportunidad para escribir con su honesto actuar la nueva historia de Cucutilla. A los demás nos corresponde de igual manera velar por el progreso y cuidar lo que es de todos, unidos en un solo esfuerzo, corrigiendo errores del pasado para con mayor facilidad adentrarnos en el siglo XXI en construcción de la Cucutilla próspera y justa que soñamos.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Los establecimientos educativos

INSTITUCIONES EDUCATIVAS La historia de la educación en nuestro municipio merece un capítulo especial, se inicia por allá en el año El ...